Clara siempre había sido una amante del café. Para ella, cada taza representaba un momento especial, ya fuera para empezar el día con energía, disfrutar una tarde de inspiración o compartir con amigos. Sin embargo, había algo que siempre le molestaba: la imposibilidad de disfrutar su café perfecto en cualquier lugar.

Trabajaba largas jornadas en una oficina donde solo había café instantáneo. Cuando viajaba, debía conformarse con bebidas de máquinas expendedoras o con cafeterías caras que no siempre cumplían con sus expectativas. Y cuando iba de camping con sus amigos, olvidarse del café de calidad era prácticamente un hecho.

Un día, después de regresar de un viaje donde pasó una semana tomando café mediocre, tuvo una idea revolucionaria: ¿Por qué no crear una cafetera portátil que pudiera hacer café en cualquier lugar, sin depender de grandes máquinas ni electricidad constante?

Así nació su proyecto. Durante meses, investigó sobre los diferentes métodos de extracción y descubrió que muchas personas enfrentaban el mismo problema. Quería que su cafetera fuera compacta, fácil de usar y compatible con diferentes tipos de café. Pensó en aquellos que prefieren el café molido tradicional, los que aman la comodidad de las cápsulas y quienes disfrutan de los métodos manuales. ¿Por qué elegir solo uno si podía tenerlo todo?

Tras muchas pruebas y errores, finalmente lo logró: una cafetera portátil 3 en 1 capaz de preparar café con cápsulas, café molido y un tercer método adicional. Era ligera, resistente y diseñada para funcionar en cualquier lugar: en casa, en la oficina, en la montaña o en un road trip.

Cuando la lanzó al mercado, no tardó en volverse un éxito. Miles de amantes del café la adoptaron como su nueva compañera inseparable. Ahora, ya no era necesario sacrificar la calidad del café por la comodidad, y personas de todo el mundo podían disfrutar de su bebida favorita sin importar dónde estuvieran.

Clara había logrado lo impensable: llevar la experiencia de un café perfecto a cada rincón del mundo. Y cada vez que preparaba su café con su invento, recordaba por qué había empezado: porque nadie debería conformarse con un mal café